Cuando hablamos de sustentabilidad, es fácil caer en el reduccionismo. La realidad es que en este tema no hay solo una forma de actuar positivamente. No hay una solución de talle único para todas las industrias ni para todos los mercados. El concepto de sustentabilidad implica tres dimensiones: economía, ambiente y sociedad. Para asegurar que una actividad se desarrolle de manera sustentable, no alcanza con mirar solo una parte de su impacto. Esto es cierto también cuando se habla de ecommerce sustentable.
Hemos dicho anteriormente que cualquier innovación comercial de aquí en más partirá de la premisa misma del ecommerce. Por esto, creemos que vale la pena revisar lo que esta industria significa en su impacto a largo plazo. En principio, hay que considerar que diferentes mercados tendrán diferentes dinámicas. Estados Unidos es uno de los mercados más grandes, y allí la evidencia muestra que el ecommerce tiene un impacto ambiental más positivo que las tiendas físicas. Pero esto no es inmediatamente trasladable: la sociedad estadounidense usa el auto como movilidad urbana de forma muy intensa. Esta es una diferencia cultural con otras sociedades, en las que, por adopción de otros medios de transporte, quizás no impacte tanto el movimiento físico hacia la tienda.
Algunos puntos clave
La logística es un aspecto fundamental para el ecommerce, tanto a nivel operacional como a nivel ambiental. La preocupación por asegurar prácticas sostenibles en este aspecto es extendida. El empaquetado muchas veces incluye grandes cantidades de material no biodegradable, como plásticos de un solo uso. Sin embargo, el packaging seguro evita roturas, que a su vez evitarán movimientos evitables por devoluciones y acumulación de basura por productos que quedan inutilizables. Además, sin duda influyen los esquemas de precios para envíos que desincentivan la compra local y en los que se utilizan combustibles fósiles.
Otro aspecto importante para considerar en el ecommerce es el impacto spcioeconómico. Se puede decir que el ecommerce democratiza el comercio. Permite que diferentes vendedores accedan al mismo público sin barreras físicas, y ese público a la vez empieza a incluir consumidores que no necesitan vivir en un determinado lugar para acceder a esos productos. Desde luego, también se ve como ciertos jugadores tienen más capacidad de captar mercado. Esto, combinado con la dinámica digital de winner-takes-all, tiende a formar oligopolios y monopolios, lo que reconfigura el mapa del comercio general, con consecuencias diferentes para cada tipo de empresa. En la misma línea, el ecommerce ofrece estructuras con distintos niveles de complejidad que pueden facilitar la incorporación de emprendedores y pymes a la oferta de bienes en los mismos espacios donde venden compañías más grandes.
Sabemos que esta industria tiene mucho lugar para crecer, por eso quienes nos dedicamos a eso tenemos que procurar que este crecimiento resulte en un ecommerce sustentable a nivel económico, ambiental y social.